Así es queridos zaragocistas, el entrenador del Real Zaragoza, "el hombre milagro", Manolo Jiménez, sevillista de corazón, ha regalado el pase a las semifinales al Sevilla. A pesar de que los medios de comunicación predecían que sería una eliminatoria iguala, dado el empate a cero en la ida, en el Ramón Sánchez Pizjuán le han endosado ni más ni menos que cuatro goles a un Zaragoza que no supo crear ninguna acción de peligro en todo el partido. Los encargados fueron Negredo (2), Rakitic y Manu del Moral.
Era de todos sabido que habría cambios en el once titular, sin embargo a todos nos sorprendió ver a Javi Álamo en punta en vez de a Postiga, a Wílchez en la banda en vez de a Montañés, o a Fran González en el centro del campo en vez de a Movilla. Puede entenderse que los cambios sean obligados por cargas musculares, cansancio y muchos minutos de juego en las piernas, pero no pueden entenderse algunas de las decisiones del técnico hispalense.
El partido se puso enseguida de cara al Sevilla con la expulsión de Fernández y la lesión de Álamo que era sustituido por Jorge Ortí. En la segunda parte y con dos goles en contra, el cambio táctico, un cambio atrevido, un cambio para revolucionar el partido, fue sentar a Víctor para sacar a Héctor, o lo que es lo mismo, el mediapunta por un lateral izquierdo de la cantera. Suponemos que es para reservar a Víctor para el partido del próximo sábado y de paso se hace debutar al chaval con el primer equipo. El siguiente cambio no fue ni Montañés ni Postiga. Salió al campo Movilla por Zuculini, pero poco se podía ya hacer. Para colmo también expulsaron por doble amarilla a Fran González, así que el Zaragoza jugó con dos menos la media hora restante.
Está claro que Manolo Jiménez no salió a ganar, o al menos eso demuestra la alineación presentada. Hay quienes dicen que el técnico mantiene un pulso con la directiva del club, hay quien ha llegado a decir que la alineación mostrada hoy y el hecho de tirar la Copa es una advertencia a nuestro queridísmo Agapito Iglesias, para forzarle a fichar cuanto antes.
No quiero dar a entender que el Sevilla no se merezca el pase a semifinales, pues es un equipo ordenado y con jugadores de gran talento y calidad. Pero lo que se ha visto hoy en el terreno de juego ha dolido mucho en el corazón del zaragocismo.